Muchas veces pensamos que el arte no es para nosotros, que es para algunos pocos, eso mismo pensé yo. Como si el mundo se dividiera entre: Artistas y No Artistas, personas Creativas y las No Creativas. Desde que era muy chiquita, mi hermana mostró su innata vena artística, por lo que desde siempre, creí que yo no la tenía, que el talento era de ella, así que yo debía buscar el mío. Empecé a encaminarme hacia otro lado. A lo largo de los años, me he dado cuenta que el arte está en todo: los ingenieros, los abogados, los médicos, los contadores, todos hacen arte en sus profesiones. Todos somos arte.
Ahora, si no trascendemos tanto y nos quedamos solo en el arte que conocemos, hay muchísimos tipos: cerámica, pintura, escultura, danza, literatura…y entre ellos, millones de corrientes. Sin duda, el que me encontró, fue el Mosaico. Como decía, nunca pensé que fuera buena parte el arte, porque siempre “me lo quité”, pero me reconcilié con él y me di cuenta que no hay bueno ni malo en el arte, el arte simplemente Es. Cada quien lo expresa como quiera. Hay deferentes niveles, hay práctica, vas desarrollando habilidades y vas encontrando también lo que te conecta. Yo voy en mi proceso y en el mosaico encontré un arte que arma lo que está roto y muy bien lo dice Cathy Chaye, alumna de LasAya, en su poema: “agradecida pido que en el mundo entero, todo lo que fue roto, quebrantado, quebrado, pueda un día nacer de nuevo para tomar sentido en un mosaico”. Y es que es eso, unir cada tesela y convertirla en una obra de arte única.
La creatividad y el arte van de la mano y hace poco entendí que los seres humanos somos “creativos” por naturaleza. Es redundante decir que una persona es creativa, todos somos creativos por el simple hecho de existir. La creatividad la necesitamos para sobrevivir, desde el principio de los tiempos, cuando éramos hombres de las cavernas, la creatividad era la que nos permitía seguir en vida, no ser comidos por leones y alimentarnos.
Elizabeth Gilbert describe en su libro Libera tu Magia: “el universo entierra joyas inesperadas dentro de todos nosotros y luego da un paso atrás y espera a ver si las encontramos. La búsqueda para desenterrar esas joyas: eso es vivir creativamente.
Natalia Aya